43

Tal vez los 43 normalistas están vivos
y los otros son aquí los muertos.

Tal vez los muertos son esos
que abren envases de tetrapak,
duermen hasta tarde los domingos,
callan cuando otros gritan
camino a los basureros. 

Hemos creído que los vivos
son los que andan a las 11.42 
de la mañana en los supermercados,

y no los que desaparecen
un 26 de septiembre, en Iguala, 

para luego ser convertidos
en una vasta lágrima de cenizas,
inefable y gigantesca costra sin adn.

Si fuéramos un tanto más listos
nos daríamos cuenta que los vivos
no son los que intercambian mensajitos,

sino los que navegan en bolsas oscuras,
en los ríos del olvido que no tiene encías.  

Estamos sin duda equivocados.
De la ceniza surge el fuego.
Los 43 están vivos.

Los mismos que fueran secuestrados,
cronométricamente desaparecidos,
torturados en la noche salvajísima,
atornillados, muertos y coagulados,
quemados como largos tacuazines,
y luego buscados y buscados:

hoy hay fuego, gracias a ellos.

Salieron a protestar, a decir algo,
y hoy hasta los muertos protestan,

y es gracias a ellos.

1 comentario:

Maura dijo...

Gracias por expresar de forma poética el hartazgo de una nación que llora....

+


Maurice Echeverría ha publicado los libros de poemas Encierro y divagación en tres espacios y un anexo (Editorial X, 2001), y en formato blog los libros Plegarias Mutantes (Zanate, Guatemala, 2008), Setenta y dos ángeles tullidos (Zanate, Guatemala, 2008), La glándula infinita (obra en progreso, Zanate, Guatemala, 2008), Los poemas de Saffron Lane (Zanate, Guatemala, 2008), La oreja en tu mano (Zanate, Guatemala, 2009), y Zona 3 (obra en progreso, Zanate, Guatemala, 2010). Ganador del Premio Federico García Lorca de Poesía 2006, convocado por el Centro Cultural de España en Guatemala.
 

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