El
escritor está inspirado,
decide
escribir un cuento
a
todas luces violento.
Tomará
–como setting
principal
para su historia–
el
viejo hotel jorobado
donde
ahora se hospeda,
frente
a una bella playa,
extraviada
y catalítica.
El
criminal de su historia,
como
es de imaginar,
será
también un escritor.
El
escritor, en la noche,
ahorcará,
con urgencia
y
ternura, a una turista,
en su propia habitación,
en su propia habitación,
después
de hacerle el amor,
con
alguna entrega canalla.
Acto
seguida irá a caminar,
loco,
eufórico, eléctrico,
por
la arena tan ecuánime.
Al
volver a su habitación
decidirá
escribir un cuento:
y será a todas luces violento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario