A Dhiravamsa
De la herida de la atención
brota la sangre verdadera.
No busques
la ausencia
y su muñón:
estar presente
es suficiente.
Gracias Dhiravamsa
por las flores resucitadas,
por darme lo que no pudieron
darme los humos más blancos.
La libertad
está en las raíces
y las raíces no existen
y saber eso nos hace libres.
No dejes de abrir
tu ojo, porque tu ojo es mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario