Las estrellas nos han
parido, y ahora todo es frágil.
Los jardines son de pergamino
y párpado
y hay una sombra de nunca
asfixiando las perdices.
Ríos,
cabezas,
cabezas craquelando
en la fiesta de los insectos.
Hay algo que era dos
y ahora es
dos más dos, horriblemente.
Los naipes
se desintegran
al sonido de melodías
blanqueadas en la humedad
de las cavernas.
blanqueadas en la humedad
de las cavernas.
Se han dibujado en los desvanes
los últimos signos.
Practicamos la vida
pero la vida es impracticable.
Una esfera de espejo nació del contacto
de ambas membranas,
en donde se refleja la noche
y la noche
es otro espejo hecho de misterio
y sangrando misterio.
Por tanto mírame ser frágil; mírame no entender.
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