Fui
a buscar
un vaso de agua
a la
cocina
y
me
encontré
en el
camino
a
Hemingway sentado,
con una
escopeta Boss
calibre
doce
en la
boca.
Ernesto,
le dije, qué haces.
Quiero
tejer pájaros
con mi
masa encefálica,
me
comentó.
Quiero
honrar una tradición
familiar,
me dijo.
Quiero
electrocutar el mundo
con mi
muerte.
¿Necesitas
ayuda?
Yo
puedo, respondió.
Así que
fui por ese vaso de agua,
y luego
volví al cuarto.
Y luego
escuché el disparo.
Y la
gata se asustó mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario