alguien
murió
en
una farmacia
tal
fue la fórmula
hemos
de suponer
que
el semáforo
lo
vio todo
que
las medicinas
–meticulosamente puestas
en los pulcros anaqueles–
escucharon
el disparo
que
ya venía mojado
de
locura
y
nos gustaría entender
por
qué una mujer
murió
fusilada
en
una farmacia
al
sur de algo
en
un lugar cuya función
es
corregir lo enfermo
(sin
permiso
le
arrancó
la
esencia vital
le
dio muerte
y
después no quiso salir
dejándonos
a todos
con
una pregunta
orinada
de espanto)
cuando
una persona
de
luz y de fulgor
muere
extrañamente
en
una farmacia
fusilada
o
acuchillada
con
una larga tijera
allá
en la séptima avenida
cuando
una mujer así
es
envuelta
en
sucesivas
lenguas
de terror
entonces
hasta la lluvia
se
retira al país de la lluvia
y
ya no quiere lavar nada
que
de todos modos
seguirá
sangrando
al día siguiente
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