Me
ahorcaré
junto
a Nerval,
para
hacerle compañía.
Dos
colgados
como dos alas
de una misma muerte.
como dos alas
de una misma muerte.
Los
pájaros
vendrán
a sacarnos
la
palabra ojo del cráneo.
Estudiaremos
nuevas
farolas
fantasmales
y eternas,
por
si nos dan ganas
de
ahorcarnos de nuevo.
Las
langostas
nos
harán reír,
de
verlas jugar
a nuestros pies
en
la calle más oscura,
entre
los cascos
de
esos otros
poetas
muertos
que tampoco encontraron
respuestas
a sus preguntas.
A
nadie antes
se
le ha ocurrido
este
acto de solidaridad
con
el poeta Nerval,
esta
forma suspendida
de
estar a su lado,
pero
a mí sí
porque
Nerval es como mi hermano
y
con él yo me ahorco
sin pensarlo dos veces.
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