Cuando era chiquito
la muchacha aquella
que trabajaba con nosotros
me enseñó la chiche.
Quiero decir:
la chiche cortada,
la chiche ausente.
Lo cuál me impactó mucho.
Doy las gracias
por aquel gesto digno de ella,
esa cruda intimidad
que compartió conmigo.
Su cicatriz tremenda
ha quedado en mi memoria.
Madres, amantes, vivas
o muertas: respetamos
esta y todas sus batallas.
o muertas: respetamos
esta y todas sus batallas.
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