Cansados
y vivos.
Doblados, angustiados, felices.
El mundo espera
su plato de comida.
Amanecemos cansados.
De suministrar.
De esta locura mística que pedimos
y se nos fue dada.
Cansados, más estamos felices.
Esta deuda nosotros la escogimos.
Mar de fatiga:
el sol resplandece.
Hubiéramos dado más.
Hubiéramos amanecido más cansados.
Este cansancio nos reverdece.
Construiremos otro santuario.
Pondremos nuevo dinteles.
Daremos testimonios infinitos.
Estos cansancios,
estas albricias para el día que comienza,
promesa de nuevos hermosos cansancios.
Cuando todo termine,
entregaré este desatornillador.
Y en el acto pediré uno nuevo,
para seguir trabajando.
Y en el acto pediré uno nuevo,
para seguir trabajando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario