Óyeme, Cristo, amor


Óyeme, Cristo, amor, dime algo tierno al oído.
Dame tu coro de células, tu utensilio.
Te ofrezco
este material completo de sufrimiento,
esta simulación de vida, penetra este fuego con tu sombra.
Óyeme, Cristo, amor, no seas dócil,
no tengas consideración por las ingles de esta angustia.
Pon en derredor la mano, clandestinamente.
Ven, impío, extrae de mí las vísceras,
ven a rozar mis enucleaciones.
Seamos la cochambre,
y cuando todo esté consumado
salgamos juntos
al balcón
a contemplar los buses interinos, para llorar
por aquellos choferes que muertos los conducen.  

1 comentario:

CASA SANTIAGO dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

+


Maurice Echeverría ha publicado los libros de poemas Encierro y divagación en tres espacios y un anexo (Editorial X, 2001), y en formato blog los libros Plegarias Mutantes (Zanate, Guatemala, 2008), Setenta y dos ángeles tullidos (Zanate, Guatemala, 2008), La glándula infinita (obra en progreso, Zanate, Guatemala, 2008), Los poemas de Saffron Lane (Zanate, Guatemala, 2008), La oreja en tu mano (Zanate, Guatemala, 2009), y Zona 3 (obra en progreso, Zanate, Guatemala, 2010). Ganador del Premio Federico García Lorca de Poesía 2006, convocado por el Centro Cultural de España en Guatemala.
 

Creative Commons License
La glándula infinita by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.