Esto
es el ritmo que abre a los cerdos.
Tocaremos
hasta que los cerdos se abran.
No
queda más que arrancar el alambre de púas
y
ponerlo a trabajar a favor de los sepia sincasa.
Las
calles piden un grito blanco y una chaqueta negra.
En
los garajes yo sé que los amplificadores sangran.
Al
fondo del mezcal hay un gusano que atraviesa el plástico.
Hay
que tener un poco de respeto por los viejos cassettes
en
donde han quedado grabadas las canciones rojas.
Elevemos
nuestras copas por el último combate.
Los
barcos proletarios van cruzando el Támesis.
Estas
no son las horas para claudicar, mujer.
Acá
es un asunto de quitar lo que ya te quitaron,
de
sustraerse a todas las maneras en que los viejos
trabajos
te están quebrando la espalda individual.
Al
cabo de un rato, cuando hayas terminado ese cigarro,
vas
a tener que decidir si lo que quieres es salir del aceite.
Me
llamo Joe Strummer, y esto es lo que está pasando.
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