Escuché
el cachimbazo.
Motorista
en la acera.
Aventado
por un carro.
El tipo
sangraba.
Estaba
consciente.
Puse una
mano en su cabeza.
Todo va
a estar bien, dije.
Aún si
no podía saberlo.
Al rato
vino la ambulancia.
La
policía hacía preguntas.
Era una
mañana de domingo.
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