Tos

Años quiere decir

tos,

quiere decir

producciones de inutilidad,

victorias pírricas

adheridas como calcomanías

a las prótesis

de las nadas residuales,

envueltos

en el tono salomónico

de los balances

sin espíritu,

quiere decir buenos y burgueses

fornicios paganos

de hastío,

quiere decir

tos,

decepcionantes atmósferas

frente al espejo mientras te lavas los dientes,

un chat que jamás termina,

que nunca y jamás termina,

una contradicción sostenida

a través de los rituales domésticos y los familiares,

quiere decir

una manera callada de odiarnos,

y más:

de amar

este odio,

esta perpetua re–simulación,

quiere decir

otra taza de algo

bajo el peso de las actualidades,

quiere decir la manera

convivencial

en que el hombre de la recepción

me mira

sin esperanza,

y sin embargo sonríe,

es repugnante,

quiere decir abrir el diccionario,

encontrar otra palabra vieja,

quiere decir tos, toses,

traslaciones,

enternecedores

y artísticos

y mullidos

y ultradiseñados

y aristocráticos

campos de la muerte,

quiere decir

microchips en el fondo del mar,

sin memoria,

quiere decir

tos, una oposición, un pulmón, quiere decir

la comedia insostenible, pero sostenida, soportada, 

tan insistida,

quiere decir

estar vivo,

pero estar vivo, para siempre, sin remedio.