sin talismán otro que la niebla,
buscando un cántaro entre los fragmentos.
Ya sabemos que tienen sed.
En la ciudad de esófagos,
reclaman un par de clavos,
para clavarse a otros como ellos.
Les duele lo blanco de las banquetas.
levitan, rajados, con manos sin viento:
vomitan eso blando en el jardín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario