No le creas nada al anciano:
es un maldito nazi.
Y aún si te da esa sonrisita trémula,
aún, no te acerques a él,
porque es un tramposo,
y debes saber que su mayor
pasatiempo en el mundo
es estrangular peces
dorados a la medianoche.
Un nazi.
Oh hay que verlo insultar
a los niños de la calle.
Oh ver sus aguas calcinadas.
Lo que le gusta acuchillar úteros.
Se esconde de las lámparas, de la luz.
Nazi: nazi, un viejo nazi, un viejo
profundamente nazi: está loco.
Tenés que saber
que a su mujer la tiene encerrada
en un cuarto, lejos de Dios,
sin cuerdas vocales.
Cuando va al súper,
las latas de comida tiemblan.
Las losas de su casa
están amarillas así de verlo.
Anciano no; es un viejo mierda, un nazi...
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